En la breve etapa “prometígena” de la revista Prometeo – fundada por Francisco Morín en 1947- en la que Mario Parajón figura como co-director (tres números que comienzan en 1951 hasta que desaparece en 1953), junto a textos completos de obras teatrales, (“Jesús” de Piñera, en tres partes y “Mañana es una palabra” de Nora Badía), se publican poemas de José Lezama Lima, Eliseo Diego, Cintio Vitier y del propio Parajón. El de Lezama – publicado en el número 26, junio de 1951– titulado “Dados de medianoche” y dedicado a Eliseo Diego, no es el que con ese título figura en sus antologías, sino uno que empieza
...pues el Decreto tiene que fijarlo así:
que los cerdos no brinquen por las calles
A partir de un cotejo muy rudimentario, hallé que varias secciones del poema – publicado sin divisiones– integran el II, el IV, el VIII, el X, el XI ( con otra ordenación) y el XII de “Aguja de diversos”. La que comienza con
El brindis del pescado sigue el mismo cordaje
La ligera curva fácil del mayordomo
pertenece a “Los dados de medianoche”. De no ser un descuido tipográfico, que en esta etapa hay muchos, tanto que existen dos números 26 de acuerdo a las portadas, pareciera que Lezama hubiese utilizado sólo la sección final para el poema de este título.
En el propio número 26 aparece “Poema de la criatura”, de Mario Parajón y “Velorio del año doce” de Eliseo Diego y en el 27, “La torre” y “El gato y el viento” de Cintio Vitier.
"Prometígena", según Morín, era una frase burlona de Cabrera Infante para aludir a la imagen de la nueva época de Prometeo. No tengo la menor idea de si estas referencias puedan servir a alguien, pero Lezama Lima siempre está en el tintero de la Flecha que le debe no sólo su título.
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