
Otra visión más mesurada pero igual de simplista es la de Teodoro Guerrero, dedicado a estudiarnos para Las mujeres españolas, portuguesas y americanas tales como son en el hogar doméstico, en los campos, en las ciudades, en los templos, espectáculos, en el taller y en los salones. Descripción y pintura del carácter, costumbres, trajes, usos, religiosidad, belleza, defectos, preocupaciones y excelencias de la mujer en cada una de las provincias de España, Portugal y América españolas, escrita e ilustrada por españoles y portugueses y publicada en 1876 por Miguel Guijarro. Las Mujeres españolas, portuguesas y americanas (Madrid: Miguel Guijarro, 1876) .
El cronista buscó las "hermosas indias de tez cobriza" que encontró Colón y fueron exterminadas como la población, pero que desaparecieron en su recuento por absorción. Nada de enfermedades, matanzas o suicidios, aunque en realidad se centra en las damas de los salones de La Habana, Puerto Príncipe y Santiago de Cuba o las guajiras de las estancias, los potreros y las vegas de tabaco, y se dedica a establecer su diferencia con las europeas. Para Guerrero son criollas y su rasgo más sobresaliente, debido al "excesivo calor de los trópicos" que "relaja las extremidades de las fibras y debilita el espíritu" es la indolencia, mezcla de relajación y descuido, dejadez y ritmo.
Mujeres que se columpian como las poéticas palmeras, que doblan la cintura como las cañas á la acción de la suave brisa, que llevan el fuego del sol en el corazón, en el rostro la brillante palidez de la luna, y en los ojos el resplandor de las estrellas, ¿pueden verse sin abrir el alma á grandes impresiones?
Su relato contiene muchos de los rasgos que pintarán de Collazo a Arístides Fernández: las mujeres con el abanico, en el quitrín, el salón de baile, la siesta, el Liceo y la ópera. La cubana no es corpulenta sino "de mediana estatura, de pocas carnes, lánguidas y de imaginacion viva y ardiente; amantes hasta el delirio, la pasión erótica exalta la vehemencia de sus pasiones, y van adonde el corazón las lleva; por eso es fácil impresionarlas y prenderlas en las redes del amor". También se ocupa de la rústica guajira vestida de percal que trabaja de sol a sol en las estancias y de algunas escritoras, sobre todo, de Tula a cuyo entierro asistió conmovido.
Gracias por sacar del baúl de los recuerdos esta joyita. De todas maneras te diré que ya en 1860, en el Álbum cubano de lo bueno y lo bello, aparecen algunos artículos y escritos hechos por Guerrero, y no sé, pero estoy detras de la pista porque creo que ya en El álbum del bello sexo, y a pesar de su juventud de entonces, había algo...
ReplyDelete(Me encanta tu blog y por ello lo seguiré)
La Divina Tula, http://www.ladivinatula.blogspot.com
Estaré al tanto en tu blog y te agradezco mucho el comentario.
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