Polemizar con esa postura desborda el marco de esta reseña. No se sabe cuántos años, litros de tinta y libras de letra de imprenta tomó al teatro latinoamericano ser incluido en la academia para proponer su sustitución, sin esbozar su compleja problemática.
Aunque un único método puede ser una guía válida para una obra colectiva, actúa más como una camisa de fuerza que los ensayistas adaptan a sus intereses. A veces se erosiona la unidad que debía brindar un exclusivo marco teórico. Mientras Rodríguez Febles en su estudio sobre Amado del Pino sigue al pie de la letra a Barrientos, éste al estudiar a Rodríguez Febles, sigue a Del Pino en el prólogo a las obras de Febles y como él, trabaja sobre una perspectiva más amplia, la totalidad de la obra del autor, incluida su experiencia con la puesta en escena de Huevos por Mefisto Teatro. Pero Christophe Herzog, al escribir sobre Nara Mansur, se basa casi exclusivamente en un texto digital de "Ignacio y María". Desdramatizándome (Tablas Alarcos, 2012) estaba en camino, pero por la bibliografía no se consideraron las obras publicadas por las revistas Tablas y Gestos anteriores al 2011, sino artículos de la Internet.
Abel Rodríguez Melo estudia la obra de Lilian Susel Zaldívar de los Reyes, “Retratos”, con acuciosa fidelidad a la dramatología, pero una obra todavía reducida la sitúa en desventaja en relación con los demás, a pesar de la novedad de su temática. Mientras en algunos casos se juzga un conjunto de obras, en otros, un texto específico.
Federico López Terra aporta el texto más agradable de leer acerca de "La virgencita de bronce", de Norge Espinosa, documentado y riguroso y Laura Ruiz se ocupa de la dramaturgia de "Chamaco" de Abel González Melo en el contexto de sus obras. Si hasta aquí los ensayistas han abordado las “claves” de cada uno de los dramaturgos, no es Ruiz la autora de este acápite sino Barrientos, cuya autoridad le otorga al análisis una relevancia impensada. A propósito de la “excepcional” obra de González Melo a sus treinta años, Barrientos señala que éste se ha abstenido de “recurrir al metateatro” tan “socorrido en el atolladero posmoderno”, como si los textos dramáticos legítimos fuesen sólo los que confían en la capacidad “representativa” del teatro. Pondera su “teatro netamente dramático”, de verdaderas fábulas sustentadas en auténticos personajes, “teatro literario sin complejos”. Aseveraciones que me hacen pensar en lo enriquecedor que hubiese sido, un diálogo real con el que llama "espacio tan amplio como indefinido que Lehmann bautizó, entre el oxímorom y la hipérbole, teatro posdramático".
Comprendo que escoger y seleccionar es muy difícil y nadie sale complacido con ningún retrato-robot. Y quizás lo más interesante de este enjundioso estudio es la posibilidad que abre para la discusión de sus postulados ya que contrariamente, muchos estudiosos de la dramaturgia cubana, desean integrar a su cuerpo, las creaciones escritas en otras lenguas, como la dramaturgia cubano-americana en inglés. (Manzor, Lillian y Alberto Sarraín eds. Teatro cubano actual: Dramaturgia escrita en Estados Unidos. La Habana: Ediciones Alarcos, 2005).
Por otra, si el estudio del contexto de las piezas es válido para explicar los actos de repudio, base argumental de "Huevos", de Rodríguez Febles, también debía serlo para entender la disyuntiva de "Ignacio y María", de Mansur. ¿Puede un exclusivo marco teórico lidiar con experiencias tan disímiles de escritura escénica, teatro de imágenes, partituras, teatro ritual y el hoy definido como posdramático?
Junto a las obras escritas a la manera tradicional, aristotélica y "sin complejos", hay dramaturgias fragmentadas, que emplean desde la metateatralidad a la performance, y se resisten al análisis dramatológico. Una dramatología, por válida que sea, actúa como un corsé, un deber ser teórico, del cual los investigadores salen airosos con fórmulas de compromiso. De todos modos, inscrito dentro de la apuesta de Tablas-Alarcos por el estudio y la promoción de los nuevos autores, el texto –avalado por la indiscutible autoridad académica de García Barrientos – es una plataforma de lanzamiento y ojalá, de discusión y polémica.
Nota. Agradezco a Febles la cita de la entrevista con Amado del Pino. Aquí la referencia, omitida en la edición, por ser un texto extenso y próximo al tema del libro.
Boudet, Rosa Ileana. "Dramaturgias cubanas. La Habana: juego de espejos. Cuba Material en siete autores. "Seis autorretratos" (Nara Mansur, Salvador Lemis,Ulises Rodríguez Febles, Yvonne López Arenal, Amado del Pino, Norge Espinosa). Primer Acto 311 (2005) 96-117.
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